VENUS EN GÉMINIS: PALABRAS DE AMOR
¡Hola a todos! ¿Cómo estáis? Desde el Domingo 9 de Mayo Venus regresó a Géminis, donde el año pasado pasó cuatro meses debido al movimiento retrógrado. Este año, sin embargo, su permanencia en Géminis será mucho más corta, y se prolongará hasta el próximo 2 de junio. Como bien sabemos a estas alturas, cada planeta representa una función determinada, mientras que el signo en el que transita describe las cualidades a través de las que se expresa esa función durante el tránsito.
En este caso, por lo tanto, estamos hablando de un tránsito del planeta que gobierna las relaciones interpersonales (Venus) en el signo del habla y la comunicación (Géminis). Aunque en realidad Venus es en efecto el «planeta del amor», su campo de acción no se limita solo a las relaciones emocionales, sino que, toca todas las formas de «sociedad», todas aquellas relaciones en las que dos personas tienen objetivos comunes y por lo tanto deciden emprender juntos un tramo corto o largo del camino. En el ámbito afectivo, se trata principalmente de la relación con la pareja. En el ámbito laboral, la relación con accionistas, colaboradores, socios comerciales.
Y como hemos visto, el planeta de las relaciones transita en Géminis, signo de comunicación y diálogo. Por asociación de ideas entonces, la primera lección que me viene a la mente es precisamente esta: hay que volver a hablar de amor. O, más generalmente, de relaciones interpersonales. Por supuesto, esto puede significar muchas cosas. Para las parejas, significa recuperar el diálogo, volver a hablar y tratar de entenderse más, retomar el hilo de los discursos y proyectos que quedaron en espera, restablecer un intercambio de pensamientos y emociones más sincero y espontáneo. El pensamiento se convierte en palabra y ya no se atasca en dudas, miedos, reticencias.
Para quienes atraviesan una crisis, se vuelve más fácil romper un velo de silencio para enfrentar la discusión abiertamente. Géminis es el signo del intercambio, Venus el planeta de la armonía y, por lo tanto, de alguna manera, de la equidad. Las relaciones deben basarse en condiciones justas e iguales. Si uno de los dos da 100 y el otro 10, algo anda mal. Si uno de los dos da pasos agigantados para encontrarse con el otro, mientras el otro permanece firme en sus propias posiciones, hay algunos aspectos de la relación que inevitablemente deben ser revisados.
Y desde este punto de vista, Venus en Géminis nos empuja a examinar las relaciones y buscar la manera de hacerlas más equitativas. Y esto no solo concierne a las relaciones emocionales, sino más generalmente también a las relaciones profesionales, colaboraciones, contratos, etc. En este período, muchos se esforzarán por renegociar las condiciones de un acuerdo para «actualizarlas» (y así hacerlas justas nuevamente) con respecto a una situación que ha cambiado con el tiempo, o que se ha ido desacreditando progresivamente con respecto a un punto de equilibrio. Muchos podrían volver a discutir las condiciones de participación en una empresa, en un proyecto común, revisando roles, tareas y distribución de ingresos y responsabilidades.
Géminis, entonces, es también el signo del movimiento, y para ello Venus en Géminis puede ayudar a mover algunas dinámicas que ahora son demasiado repetitivas. Puede traer aire fresco, el viento de nuevos proyectos, las ganas de viajar, de hacer más cosas juntos. Sobre todo en un momento como éste, en el que tras un largo período de «parálisis» finalmente volvemos a una dimensión de mayor movimiento formada también por viajes, nuevos proyectos y situaciones que nos acompañan hacia una normalidad menos «forzada». Pero en una pareja que experimenta un momento de cansancio, el mero hecho de encontrar una perspectiva común, de planificar algo para hacer juntos, representa una importante apertura. Porque en estos casos lo que falta es el impulso, y es precisamente en este frente donde Venus en Géminis puede echar una mano. (continúa en la página 2)