No fue difícil encontrar un vehículo capaz de representar al Ascendente Sagitario: ciertamente un Boeing 747 diseñado para largos trayectos incluso mejor si es intercontinental. En distancias cortas siente casi asfixiante su vocación: llegar a horizontes cada vez más lejanos. «Más allá» es su lema: su enfoque de la vida es extrovertido y sociable, independiente y naturalmente inclinado a explorar lo nuevo. No hay límite al que no encuentre un camino para superarlo, no hay ningún preconcepto que sea incapaz de superar gracias a una mente abierta que no tiene igual en todo el Zodíaco. Los detalles le interesan poco: le interesa la panorámica: las cosas son piezas de un rompecabezas, pero lo que busca es la imagen que se forma encajando todo en su lugar. Tiene una gran capacidad de abstracción y siempre logra captar el principio o la regla detrás de cada fenómeno. En resumen, dale un límite y encontrará la manera de cruzarlo.
Tiene alma de viajero, perpetuamente en busca de nuevos intereses y nuevas actividades a las que dedicarse. Está gobernado por Júpiter, el planeta de expansión y crecimiento. Por eso tiene una disposición optimista, generosa, jovial (precisamente), y se inclina a ver el lado positivo de las cosas. Donde quizás le falta un poco es en la capacidad de cuidarse las espaldas porque tiende a mirar el mundo a través de una lente de buena fe, mientras que a veces algunas rarezas deberían alarmarlo. También hay que decir, sin embargo, que el largo tránsito de Saturno en los últimos años ha cambiado mucho a Sagitario, y esto también se aplica a aquellos que tienen un ascendente en el signo. Lo hizo más fuerte y más desilusionado y desencantado, pero también menos disponible para los demás y más «cauteloso» para cuidar su espalda.