El Ascendente de Piscis va más allá de las características de cualquier otro vehículo. Es el de la teletransportación, la capacidad de moverse como nadie más podría hacerlo. Sigue una coordenada propia y subvierte el orden normal de la lógica. A veces para ir de A a B dibuja un arabesco original, otras veces sorprende a todos con la línea recta de un acercamiento directo y frontal. Es original, instintivo y sobre todo impredecible, porque son las «entrañas» la brújula que guía su acercamiento a las cosas. Posee una extraordinaria empatía que le permite sentir lo que siente el otro, comprender de inmediato las intenciones de un interlocutor y percibir de inmediato los peligros. Pero puede transformarlo en una esponja emocional, que absorbe y se hace cargo de los sentimientos y estados de ánimo de los demás.
En el amor es sensible y atento a las necesidades y requerimientos de su pareja, la cuida con dedicación y delicadeza, pero también puede ser muy quisquilloso. Cuando cree en una relación, lo da todo, casi hasta el punto de dejar de lado sus aspiraciones personales. Mentirle o poner excusas puede ser muy arriesgado: puede oír mentiras con el estómago. Cuando cree en una relación, se entrega por completo, y hasta el punto de dejar de lado sus aspiraciones personales, pero si se siente traicionado pierde inmediatamente el interés por la relación. A pesar de ser hiper-emocional, en situaciones «críticas» sorprende con su habilidad para sacar a relucir nervios firmes y sangre fría.