Para TAURO, ESCORPIO y ACUARIO es una Venus que encierra un desafío a tomar posiciones en el amor. Por ejemplo, quienes viven en una fase de incertidumbre, tal vez en una nueva historia o pasan por un momento de confusión personal, podrían encontrarse frente a situaciones que requieran una elección de campo. Este es el caso típico de quien tiene un momento de duda y se enfrenta a una pareja que sube las apuestas, a cualquier nivel, desde un banal «hagamos un viaje juntos» hasta uno más exigente «vamos a vivir juntos». Estos «llamados» a dar un paso más (que naturalmente depende del punto de madurez alcanzado en una relación) a menudo representan precisamente los momentos en los que un «corazón incierto» tiene que aclararse. Es un poco como en el poker: cuando las apuestas aumentan, si estás seguro del «punto» que tienes en la mano, relanzas. Si no estás seguro, es hora de dejar de fanfarronear y dejar caer la mano.
De manera más general, es como si Venus estuviera pidiendo a estos signos que se «definieran a sí mismos»: o es blanco o es negro. Si algo te convence, llega el momento de vivirlo al máximo, sin reticencias; si no te convence, también puedes prescindir de él. Si una persona se lo merece, vale la pena darlo todo. De lo contrario, también podríamos cerrarle la puerta en la cara. Y, por supuesto, estas opciones de campo a menudo requieren una mayor claridad dentro de uno mismo, y luego actuar también en la relación con los demás. Para quienes viven una relación estable, sin dudas ni incertidumbres, Venus en Leo puede contener una invitación a relanzar la relación con un proyecto de pareja más importante y ambicioso. Para quienes llevan una relación que ya no tiene energía vital, puede contener la invitación contraria a «soltarse», a creer más en uno mismo y a no permanecer en una relación que ya no funciona solo por miedo a caminar solo.
El clima es similar para los tres signos, pero en particular podríamos decir que para TAURO se trata de «retos» relacionados con la casa. Un proyecto de convivencia, una mudanza, la compra de una casa o incluso las ganas de tener un hijo. Como sabemos, Tauro es más realista que el rey: hasta que no se sienta listo al 100%, no se lanza a una empresa importante. Pero haciendo así, termina posponiendo todo el tiempo. Venus en Leo (un signo audaz y valiente) le da el pequeño empujón que necesita: «si realmente lo deseas, ¡rompe la demora y hazlo!».
Para ESCORPIO puede ser un empujón asumir la responsabilidad de una decisión importante que afecta la relación. Incluida la decisión de terminarla, si ya no tiene energía vital. O la decisión de volver a ponerla en el camino correcto. En la pareja hay dos, pero es como si esta Venus le dijera a Escorpio: «Tú tomas las riendas en mano, según lo que sientes. Si te importa, ¡actúa! ¡El otro te seguirá! » Esto puede darle a Escorpio la fuerza para volver al timón en una serie de situaciones en las que en las últimas semanas ha sido más «espectador» que «protagonista».
Para ACUARIO puede ser un desafío a dejar de lado su proverbial independencia, en algunos casos incluso el miedo a estar «enjaulado» y definir mejor una relación. Es exactamente ese paso extra del que hablaba al principio: si estamos saliendo desde hace poco con alguien, llega el momento de decir «tú y yo estamos juntos», sin temor a que esta definición pueda comprometer tu libertad de acción. «Si crees plenamente en esa persona, si vale la pena … ¡déjate atrapar!», Dice esta Venus en oposición a Acuario. Tanto es así que muchos, superada la duda, cerrarán el mes de julio intercambiando una importante promesa.