Y completamos el podio con el cuarto de los finalistas: aquí estamos en el reino del Aire, un elemento de la mente y el reino de las ideas y abstracciones. Aquí reina el magnetismo intelectual. Géminis, de hecho, puede ser muy atractivo en el plano físico, con una constitución delgada, elegante y generalmente muy ágil, o en los hombres con un físico «adolescente», pero aquí está la chispa de la inteligencia que irrumpe, antes que nada. Es el típico: «me llena a nivel mental», «me secuestró su inteligencia», y sabemos que ese tipo de atracción es la más «sutil y letal» de todas, al menos en el medio-largo tiempo. Los Géminis que, saben manejarse con las palabras, son narradores natos, podrías escucharlos durante horas y colgar de sus labios. Y, por supuesto, lo contrario también es cierto: para seducir realmente a un Géminis se necesita inteligencia, humor y una actitud lúdica y exploradora ante la vida. No hay nada que lo extinga más que la monotonía y el aburrimiento.