Un período lleno de acontecimientos, entre novedades en el trabajo y continuos cambios de escenario que te hacen sentir en una montaña rusa. Difícil trazar un rumbo y seguirlo, en el trabajo siempre parece que te encuentras ante imprevistos y probabilidades que no dependen de ti sino de los demás. Pienso en Mattarella: ni un momento para sentirse cómodo que el carrusel vuelve a empezar… nueva vuelta, nueva aventura. “Nolui, tamen coactus volui” decían los antiguos romanos: yo no quería, pero forzado por las circunstancias tuve que cambiar de opinión. Pero también pienso en el amor, sobre todo si una persona que te interesa te mantiene alerta, te manda mensajes incoherentes («Primero dices que no, luego acabamos en el hotel», para decirlo con la canción que he elegido). Pues bien, esta semana puede ser realmente decisiva para retomar el timón y acabar con esta inconstancia. Gracias a la reciente Luna Nueva en oposición, muchos encontrarán esta semana el ímpetu necesario para exigir claridad, para pedir confirmación y sobre todo para dictar sus propias condiciones. «O eso, o yo me salgo: me bajo de la montaña rusa».