Esta nueva Venus en la Segunda Casa es un poco como «lentejas de Año Nuevo»: trae dinero. Ha llegado el momento de que los autónomos cosechen los beneficios económicos de muchos proyectos cultivados en los últimos meses, pero también de recibir propuestas que amplíen las perspectivas de ganancias futuras. Para muchos empleados es un paraíso pedir/obtener un aumento de sueldo, bonificación o cobrar por producción. De manera más general, comienza un período que nos permite recoger los beneficios de algunas elecciones (laborales y, aún antes, personales) de los últimos meses, lo que confirma que la dirección tomada es la correcta. También crece la autoestima, apoyada en una percepción más clara del propio valor y crecimiento profesional. En las últimas semanas, muchos se han sentido “atrapados” en un loco carrusel de compromisos y plazos.
Ahora existe la oportunidad de tomar un respiro, mirar las cosas con una perspectiva más amplia, darse palmaditas en la espalda y decir «¡bravo!». El amor también recupera altura, después de un período en el que el trabajo le ha quitado espacio al corazón. Es cierto para las parejas, que regresan para dedicarse más tiempo y atención, pero es especialmente cierto para aquellas que han dado la bienvenida a un nuevo conocido en las últimas semanas. Todavía es pronto para entender qué giro puede tomar, pero comienza una fase de observación y experimentación que nos permite entender si un nuevo conocido puede convertirse en algo más. Venus en la casa de lo concreto nos empuja a ser realistas y a centrarnos en las personas con las que hay posibilidades reales. Al fin y al cabo, en el signo más libre y escurridizo del Zodíaco va tomando forma cierto deseo de ser “aferrado” por la persona adecuada y volver a pensar en plural.