Con Mercurio en buen aspecto y Venus en oposición, no hay más pelos en la lengua. Se acabó el tiempo de la diplomacia, de las respuestas «filtradas» por el deseo de no herir a los demás. De ahora en adelante, al pan pan y al vino vino. Si hay situaciones laborales que te resultan castrantes o poco estimulantes, a partir de ahora te será difícil dar vueltas. Incluso a costa de tirar todo por la borda  y empezar de nuevo, desde algo más vivible y menos opresivo. Por este motivo, los días de inicio de semana son quizás un poco cuesta arriba, pero podrían empujarte a abordar un tema «espinoso» que has preferido posponer durante mucho tiempo. En algunos casos puede tratarse de los aspectos «fundamentales» del trabajo: sobre la organización, roles y tareas de cada uno, que pretende arrancar de raíz determinadas discusiones que se vienen dando desde hace algún tiempo. Como dije, no más pelos en la lengua: sé delicado pero también muy directo al decir tus «sí» y tus «no». Los días miércoles 9 y jueves 10 te permiten interceptar una inspiración, una idea sobre la que construir un proyecto nuevo, más libre y más creativo, que pueda representar la evasión de la constricción que sientes en este momento.

También en el amor, comienza un cielo de confrontaciones importantes. Veamos el escenario de origen: tenemos un Acuario que a menudo «traga» bocados amargos para no alterar algunos equilibrios. Y luego, a fuerza de apuntar, llega a un punto de saturación y explota, a menudo creando «desastres» peores que los que trató de evitar manteniéndose callado. En este sentido, el cielo de septiembre encierra una invitación a la más absoluta sinceridad, a sacar lo que llevas dentro sin filtrarlo para “vivir tranquilo” también porque, a estas alturas ya sabes, no funciona a la larga. Con el tiempo, desbordas y explotas. Por el contrario, ir «directo», sacar lo que llevas dentro sin miedo es la única forma de arreglar una relación y volverla «armoniosa». O darse cuenta de que ya no se puede arreglar y seguir adelante. En este sentido, pide una confrontación en torno al domingo 13. Escenarios similares enfrentan quienes tienen una historia reciente en sus manos, en busca de una estructura más “estable”. Tienes que dejar claro hasta dónde quieres llegar, sin declarar más de lo que «sientes» por miedo a hacer sentir mal al otro. Porque lo que hoy parece lindo decir para preservar (una vez más) la vida tranquila, puede convertirse en tu intolerancia del mañana. En este sentido, es mejor prevenir que curar.