El eco del pasado no debe influir en este proceso de regeneración que llevas tiempo madurando. Si hablamos de trabajo, por ejemplo, es cierto que aún estás pagando el precio de ciertas elecciones, o arrastras algunas deudas contigo. Sin embargo, en este período también debes apuntar a tus metas futuras, piensa en qué nueva vida (profesional) te puede esperar a partir de finales de marzo. Lo mismo vale para el amor: no saques de la chistera ex o viejos amores, no le estés dando vueltas a antiguos entuertos de pareja o fracasos afectivos. En este momento hay que aligerarse, y vivir cada día como si fuera un día de celebración. Solo así podrás minimizar un problema con tu pareja (encontrando también una solución) o acoger nuevas oportunidades.