El Ascendente Leo es el Rolls Royce del Zodiaco, el campeón más exclusivo, el que no puedes evitar notar cuando pasa. La palabra clave del Ascendente en Leo, de hecho, es «expresión»: tiene sentido del espectáculo y carisma para vender, siempre sabe cómo llamar la atención y cómo conquistar la escena. Quizás es un poco megalómano, quizás tiende a exagerar, pero es cálido y nunca se niega a quienes le piden ayuda. En efecto, es capaz de realizar actos de increíble generosidad, siempre que su magnificencia sea reconocida y apreciada como merece.
Muestra una gran confianza en sí mismo, pero también tiene sus debilidades, como todos los demás. Tiene un sutil miedo a decepcionar las expectativas, pero en el momento en que las cámaras se «encienden» se transforma porque, seamos sinceros, ¡nadie cómo el para manejar el escenario! Si no se siente lo suficientemente admirado, apreciado y comprendido, puede sentirse ofendido y retraído. Esto es especialmente cierto si el Ascendente en Leo está asociado con un signo en cuadratura (Tauro o Escorpio), o con su signo opuesto, Acuario. En estos casos, el temperamento exterior es enérgico, carismático o incluso descarado, pero en el fondo hay una naturaleza más tímida, reservada o más cautelosa y prudente.