El Ascendente Libra es un sidecar, una motocicleta con una pequeña silla de ruedas adjunta. Por un lado, porque tiene una elegancia y un encanto clásicos, de otros tiempos: tiene estilo, indiscutiblemente. Es capaz de ver la «belleza» donde otros aún no la ven, y su gusto estético muchas veces le permite lanzar modas o tendencias. Elegí el sidecar, sobre todo porque Libra es el campeón de la dimensión «dual» de la vida. Su palabra clave es “juntos”: le encanta hacer cosas con los demás, tiene sentido de colaboración y trabajo en equipo. Le encanta la armonía y tiene una gran habilidad diplomática. La desventaja, si se quiere, es que teme un poco el juicio de los demás y en algunos casos le gustaría «complacer a todos» y esto podría hacerlo un poco indeciso o inseguro.

Todas estas características derivan de la dominante Venus. Pero el ascendente de Libra también tiene una fuerte influencia de Saturno que le da un fuerte sentido de reglas y responsabilidades. Esto lo convierte en muchos casos en un juez cuidadoso e imparcial, sensible a cualquier forma de desequilibrio e injusticia. Su actitud instintiva es precisamente la de volver a poner las cosas en equilibrio: desde el simple gesto de enderezar los cuadros torcidos, hasta la más profunda necesidad de restaurar la justicia y la equidad en caso de prepotencias  y prevaricaciones. No es raro, por lo tanto, que un Libra (o ascendente de Libra) se sienta un poco «juzgado» o «bajo observación», pero por lo general sus apreciaciones son siempre muy objetivas y equilibradas.