Si tuviera que imaginar un vehículo solo para representar al Ascendente Escorpio, quizás elegiría un camión de perforación. Primero: porque excava profundamente más allá de la superficie, al igual que Escorpio. Es el detective del Zodíaco: siempre logra ver lo que está más allá de la apariencia de las cosas. No se conforma con explicaciones superficiales, sabe bien que todo lo que reluce no es oro, y difícilmente da algo por sentado sin comprobarlo. Mentirle es prácticamente imposible porque tiene un detector anti mentiras. Se toma su tiempo para confiar en las personas, después de haberlas sometido a mil «pruebas» con su mirada intensa y penetrante que parece leer a contraluz. Y si «traicionas» su confianza, la reacción es implacable: se dispara el aguijón letal, no hay pruebas de apelación.

Pero también elegí este vehículo por sus ruedas potentes y bien colocadas. En esto, Escorpio se parece mucho a su opuesto (Tauro): es muy difícil convencerlo de que se desvíe de la dirección que ha tomado. Es sólido, fuerte en sus convicciones y fiel a sus intenciones.

Entra en una relación a pequeños pasos, quiere estar seguro de las intenciones del otro. Grandes «declaraciones» en palabras lo dejan indiferente: quiere hechos. Quiere una persona que sepa «estar ahí» con su propia presencia, capaz de resistir contratiempos y dificultades y «perdurar» en el tiempo. Los fuegos artificiales del inicio de una relación no le interesan mucho, prefiere el «agarre en carretera» de una relación al disparo inicial. Y tiene una base de desconfianza que se irá abriendo poco a poco, paso a paso.