Veremos los efectos específicos signo por signo en breve. Sin embargo, queriendo abstraer, se podría decir que la enseñanza que Venus en Piscis trae a todo el zodíaco es «ama a tu prójimo como a ti mismo». Porque «amar al otro» significa «amarte a ti mismo». Porque más allá de las aparentes divisiones de este «plano material de la realidad», el prójimo no es diferente a ti. Es solo otro «copo de nieve», otra versión (original e irrepetible) de la misma matriz. Y quizás lo que parece «múltiple» en este plano de realidad es Uno en un plano superior.
Sin embargo, lo mismo también es cierto a la inversa. Para quien tiende a una dimensión «sacrificial» del amor, para quien tiende a dejar sus cosas a un lado para dejar espacio al otro, se aplica el principio opuesto: «ámate a ti mismo como amas a tu prójimo«. Porque a veces para complacer al otro, terminamos anulándonos a nosotros mismos. Pero al hacerlo, también anulamos las cualidades, las características por las que el otro nos ha elegido. Y lo que a tus ojos parecía un gesto para ir hacia él, acaba siendo una abnegación que lo aleja.
Como dije hace un rato, Venus está pasando por el último signo y por lo tanto recorriendo el último tramo del Zodíaco. Pero invirtiendo la perspectiva, Piscis es también el signo que antecede al primero, y por lo tanto representa la antesala de un nuevo ciclo que está por comenzar. En otras palabras, marca un espacio de reflexión y reelaboración emocional. Por esta razón, Venus en Piscis enciende un sentido de reflexiones y balances en el amor para todo el Zodíaco. Aquellos que recientemente terminaron una relación pueden encontrarse vagando por el brumoso terreno de los recuerdos. Como decía antes, Neptuno es el señor de las inspiraciones, pero también de la confusión: cuidado porque Venus en Piscis podría traer a la memoria los momentos más hermosos (revestidos de nostalgia y melancolía) mientras que podría eclipsar los problemas, dificultades y motivaciones reales que provocó el fin de un amor.
Sin embargo, de la misma manera, Venus en Piscis también es un «bálsamo» que predispone a lo nuevo y ayuda a aquellos que han colgado el corazón a redescubrir el deseo de abrirse a un nuevo capítulo de la vida. Porque básicamente, considerando el Zodíaco como si fuera una película donde cada signo representa un punto diferente de la trama, Piscis quizás corresponda a la oscuridad en la sala después de la proyección. A ese paréntesis de infinito en el que todo es posible. A ese espacio suspendido que nos permite entrar en contacto con nuestras emociones, sacando la fuerza necesaria para empezar de nuevo con algo nuevo. Porque en el zodíaco, a diferencia de una película, no existe la palabra «FIN», sino solo un nuevo comienzo.
De momento me he centrado en los aspectos genéricos del tránsito, pero después habrá un estudio en profundidad signo por signo ¡Un abrazo y buen Venus en Piscis para todos!
Con amor,
xxx
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