En el aire puede respirarse un poco de nerviosismo, especialmente porque alguien todavía está esperando para cerrar un acuerdo o, una renovación que se había «prometido» pero que, todavía nadie de tus contactos se ha puesto en la mesa de negociaciones. Desde principios de mayo se reabrió un importante desafío profesional, en algunos casos una relación o un camino que, parecía haberse cerrado, ha mostrado los primeros signos de una recuperación milagrosa. Creo que, ahora es cuestión de esperar los próximos dos meses a lo sumo, por lo que generar controversia o polvo puede ser improductivo, especialmente el miércoles 29 y el jueves 30. Sobre todo, trata de no ser influenciado por los pesimistas tuyos o ajenos que no hacen más que plagar la situación. Los mismos días pueden ser un poco movimentados debido a un problema que debe manejarse con cuidado o un gasto inesperado. Buena recuperación, en vez, desde el viernes 31: están llegando soluciones, pero también noticias interesantes para tus iniciativas en curso. Algunos pueden recibir una oferta de trabajo que, en algunos casos, puede representar la tentación de cambiar la situación actual. En este sentido, aquellos que estén evaluando múltiples ofertas pronto tendrán que tomar una decisión.
«Es tiempo de enamorarse«: esta frase puede ser sugestiva como insulsa, pero no muy lejos de la verdad. Al menos desde la astrológica. Y ya, porque Venus continúa emitiendo sus dulces notas en tu corazón y te invita a salir a la luz pública, a pasar más tiempo buscando un nuevo amor. A veces es una cuestión de movimiento: sí, porque enamorarse depende de cuánto te pongas en juego (a veces incluso renunciar a la «resistencia» de un pasado que aún pesa en el presente). Por ejemplo, ¿por qué no te haces protagonista de los días de fin de semana? En este período, necesitas sorprenderte, ir a personas que son diferentes del entorno habitual y quién sabe si Toro, o incluso un Piscis, no tienen la clave adecuada para abrir tu corazón. El mismo fin de semana puede representar la fase culminante de un encuentro reciente, ese momento en el que nos decimos a nosotros mismos: «después de todo, estamos bien juntos«. Adelante con los proyectos de pareja: para algunos, es hora de establecer el curso para una convivencia, un matrimonio y, por qué no, el nacimiento de un hijo. Por supuesto, no es algo que se haga «de un momento para el otro», sino que se programe para el próximo año como máximo. La prioridad es quizás estabilizar las economías y tu propio trabajo, pero esto no prohíbe pensar en grande para el futuro. El único inconveniente: algunas discusiones en la familia, en la relación entre padres e hijos, que pueden sacudir los días alrededor del miércoles 29.