Tu signo introduce en el Zodíaco el elemento Aire, la expresión del reino mental de las ideas y conceptos. Un elemento móvil por naturaleza, que de forma espontánea tiende a “circular”, a establecer contactos y buscar apoyo en los demás. Todas las cualidades expresadas magistralmente por Géminis, que es de hecho el signo del movimiento y comunicación.
Para comprender la vocación astrológica, es necesario pensar en el comportamiento de la naturaleza en su mes (junio): los vientos soplan más fuertes, mueven el polen y, al hacerlo, permiten que la información (genética) llegue más lejos. Tú haces exactamente lo mismo. Observas tu entorno con una curiosidad voraz y lo refieres instintivamente a los que te rodean, haciendo circular la información. Es el arquetipo del «bardo» (o «chismoso», dirían algunos), perfectamente expresado por periodistas, reporteros y cualquier persona que trabaje en el campo de la comunicación.
En constante movimiento, físico y sobre todo mental. Tienes siempre algo entre manos, y aunque si alguien podría criticarte, tú necesitas alimentarte de experiencias. Por supuesto, muchas quedan ahí, inconclusas, pero para ti esto no es inconstancia: es experimentación. Porque es inútil teorizar: hay que tocar las cosas con mano, probarlas en la piel para entender cómo funcionan. Debes encontrarte en el rol para ver si es adecuado para ti o no.
Y a pesar de los que no lo logran, tu si que sabes cambiar. Sabes cambiar de opinión si algo ya no te convence. Sabes cambiar de dirección si la encuentras bloqueada. Sabes cómo encontrar la manera de eludir obstáculos o adaptarte si las circunstancias cambian. Pero a fuerza de cambiar y experimentar, existe el riesgo de perderse. En el caleidoscopio de las mil refracciones posibles de tu identidad, existe el riesgo de no entender más cuál es la correcta. Tanto es así que, para tu signo, el reto más difícil es precisamente «definirse». Elegir un camino, tomarlo y seguirlo con constancia.
Tu signo introduce en el Zodíaco el elemento Aire, la expresión del reino mental de las ideas y conceptos. Un elemento móvil por naturaleza, que de forma espontánea tiende a “circular”, a establecer contactos y buscar apoyo en los demás. Todas las cualidades expresadas magistralmente por Géminis, que es de hecho el signo del movimiento y comunicación.
Para comprender la vocación astrológica, es necesario pensar en el comportamiento de la naturaleza en su mes (junio): los vientos soplan más fuertes, mueven el polen y, al hacerlo, permiten que la información (genética) llegue más lejos. Tú haces exactamente lo mismo. Observas tu entorno con una curiosidad voraz y lo refieres instintivamente a los que te rodean, haciendo circular la información. Es el arquetipo del «bardo» (o «chismoso», dirían algunos), perfectamente expresado por periodistas, reporteros y cualquier persona que trabaje en el campo de la comunicación.
En constante movimiento, físico y sobre todo mental. Tienes siempre algo entre manos, y aunque si alguien podría criticarte, tú necesitas alimentarte de experiencias. Por supuesto, muchas quedan ahí, inconclusas, pero para ti esto no es inconstancia: es experimentación. Porque es inútil teorizar: hay que tocar las cosas con mano, probarlas en la piel para entender cómo funcionan. Debes encontrarte en el rol para ver si es adecuado para ti o no.
Y a pesar de los que no lo logran, tu si que sabes cambiar. Sabes cambiar de opinión si algo ya no te convence. Sabes cambiar de dirección si la encuentras bloqueada. Sabes cómo encontrar la manera de eludir obstáculos o adaptarte si las circunstancias cambian. Pero a fuerza de cambiar y experimentar, existe el riesgo de perderse. En el caleidoscopio de las mil refracciones posibles de tu identidad, existe el riesgo de no entender más cuál es la correcta. Tanto es así que, para tu signo, el reto más difícil es precisamente «definirse». Elegir un camino, tomarlo y seguirlo con constancia.
