Tu signo cierra el círculo del Zodíaco, extrayendo lecciones de todos los que lo precedieron. Sin embargo, dado que estamos hablando de una estructura circular, al mismo tiempo es el signo que precede al primero. Es el amanecer de algo nuevo, el caos creativo antes del Big Bang, ese océano cuántico de infinitas posibilidades a partir del cual comenzará un nuevo ciclo.
Y quizás por eso mismo tu signo es considerado uno de los más eclécticos, brillantes y difíciles de enmarcar del Zodíaco. Contigo todo acaba y todo vuelve a empezar desde otra forma. Siempre te he considerado un «extraterrestre» que viene de un lugar más alto. Una entidad que se mueve según sus propias trayectorias. Capaz de asumir cualquier identidad, pero al mismo tiempo, poco acostumbrado a la concreción y sentido práctico que rige la física terrestre. El mayor desafío para ti es «fijar» esta ola en constante movimiento y darle una forma más estable.
Tienes una epidermis sutil, ligeramente «protegida», que te permite sentir más que los demás. A veces más de lo que te gustaría, como una «esponja» emocional lista para absorber los estados de ánimo que se mueven en el entorno circundante. Porque eres un signo de agua, un elemento de emoción e imaginación, en el que eres capaz de sumergirte por completo. Ese es tu hábitat, la dimensión ideal del Amor, fuera del cual sientes que te ahogas como un pez fuera del agua. Fuera del cual Albert Einstein no habría encontrado la libertad necesaria para elaborar la teoría cuántica, ni Fryderyk Chopin las emociones que fluyen en sus Nocturnos.
Sin embargo, en los últimos años, este cielo te ha empujado a endurecerte un poco, enseñándote la importancia del realismo y la concreción de una manera contundente. Y ahora que Júpiter llega al signo, el sentido parece más claro: ha servido para equiparte con un vehículo más robusto y confiable, gracias al cual puedes retomar tu viaje. El alienígenavuelve a la carretera, en busca del planeta adecuado para sí mismo, sin correr el riesgo de perderse.
Tu signo cierra el círculo del Zodíaco, extrayendo lecciones de todos los que lo precedieron. Sin embargo, dado que estamos hablando de una estructura circular, al mismo tiempo es el signo que precede al primero. Es el amanecer de algo nuevo, el caos creativo antes del Big Bang, ese océano cuántico de infinitas posibilidades a partir del cual comenzará un nuevo ciclo.
Y quizás por eso mismo tu signo es considerado uno de los más eclécticos, brillantes y difíciles de enmarcar del Zodíaco. Contigo todo acaba y todo vuelve a empezar desde otra forma. Siempre te he considerado un «extraterrestre» que viene de un lugar más alto. Una entidad que se mueve según sus propias trayectorias. Capaz de asumir cualquier identidad, pero al mismo tiempo, poco acostumbrado a la concreción y sentido práctico que rige la física terrestre. El mayor desafío para ti es «fijar» esta ola en constante movimiento y darle una forma más estable.
Tienes una epidermis sutil, ligeramente «protegida», que te permite sentir más que los demás. A veces más de lo que te gustaría, como una «esponja» emocional lista para absorber los estados de ánimo que se mueven en el entorno circundante. Porque eres un signo de agua, un elemento de emoción e imaginación, en el que eres capaz de sumergirte por completo. Ese es tu hábitat, la dimensión ideal del Amor, fuera del cual sientes que te ahogas como un pez fuera del agua. Fuera del cual Albert Einstein no habría encontrado la libertad necesaria para elaborar la teoría cuántica, ni Fryderyk Chopin las emociones que fluyen en sus Nocturnos.
Sin embargo, en los últimos años, este cielo te ha empujado a endurecerte un poco, enseñándote la importancia del realismo y la concreción de una manera contundente. Y ahora que Júpiter llega al signo, el sentido parece más claro: ha servido para equiparte con un vehículo más robusto y confiable, gracias al cual puedes retomar tu viaje. El alienígenavuelve a la carretera, en busca del planeta adecuado para sí mismo, sin correr el riesgo de perderse.