El Descendente en Capricornio es serio, ama la definición de una relación y tiene un fuerte sentido de las responsabilidades que conlleva la relación. Para él, la pareja es un «Gran Proyecto» que debe soportar el mal tiempo de la vida y perdurar en el tiempo. Las relaciones indefinidas lo vuelven loco. A menudo, las mujeres con un descendente Capricornio buscan hombres más maduros, con una vida ya estable y enmarcada. No son grandes amantes del alboroto y tienen cierta modestia para intercambiar efusiones en público.
El Descendente en Acuario es autónomo e independiente. Es un verdadero espíritu libre y puede ser esquivo, pero si intentas apretarle una soga alrededor del cuello, solo obtendrás el efecto contrario de ponerlo en fuga. Sin embargo, si se siente libre y autónomo, tiende a estar presente y fiel. Piensa mucho en ello antes de entablar una relación porque, especialmente en los primeros días, tiene miedo de soltarse y perder la independencia. Le encanta la complicidad y la franqueza, mientras que odia las estrategias y los juegos de rol y, por esta razón, el amor a menudo surge de una precedente amistad.
El Descendente en Piscis es quizás el que busca la experiencia emocional más intensa y profunda en el amor. Está dispuesto a darlo todo y perderse en la pareja. Tiene la actitud de un idealista y soñador: para él el amor es la única forma de escapar de la banalidad de la rutina diaria. Está emocionado, conmovido y dispuesto a sacrificarse por sus seres queridos. Sin embargo, si lo haces sentir demasiado atrapado en una vida diaria compuesta de plazos, facturas para pagar y reuniones de condominio, lo verás «apagarse» como una vela consumida.