Después existe una segunda categoría de signos que corresponden en cambio a los meses «centrales» de cada temporada, los meses en los que la temporada «alcanza su máxima capacidad», en los que las energías de la temporada se estabilizan. Estos se definen como «SIGNOS FIJOS» y son:
- TAURO (el fijo de la Tierra) que corresponde en gran parte al mes de mayo, el corazón de la primavera;
- LEO (le fijo del Fuego) que corresponde en gran parte al mes de agosto, corazón del verano;
- ESCORPIO (el fijo del Agua) que corresponde en gran parte al mes de noviembre, el corazón del otoño;
- ACUARIO (el fijo del Aire) que corresponde en gran parte al mes de febrero, corazón del invierno.
Los signos fijos expresan el principio de continuidad, constancia y continuación de las cosas en el tiempo. Les encanta crear, fortalecer y defender puntos fijos y certezas. Tienden a «resistir» la oposición mejor que nadie, pero no es fácil desplazarlos de sus creencias. Son «firmes», a menudo inamovibles, si no cambian de opinión por sí mismos, es difícil convencerlos. Pero también son los más sólidos y constantes. Claramente, Tauro (Tierra Fija, un elemento «fijo» en sí mismo) es el más «fijo» de todos y representa la tierra del ladrillo destinada a resistir a lo largo de los siglos en el tiempo y el clima. Acuario (signo fijo del aire, elemento que en sí mismo es todo menos fijo) tiene una forma muy diferente de expresar su naturaleza «fija»: es la constancia de las ideas, que incluso se convierten en «clavos fijos», «ideas fijas»: Acuario está dispuesto a revolucionar sus ideas, si siente la necesidad, pero intenta tu hacerle cambiar idea a un Acuario… se aferrará a sus posiciones hasta el amargo final. (continua)
Y para terminar, la tercera y última categoría es la de los meses correspondientes a los que «cierran» cada temporada y al mismo tiempo introducen la temporada siguiente. Se definen como «SIGNOS MÓVILES» y son:
- GEMINIS (el móvil del Aire) que cierra la primavera e introduce el verano;
- VIRGEN (el móvil de la Tierra) que cierra el verano e introduce el otoño;
- SAGITARIO (el móvil del Fuego) que cierra el otoño e introduce el invierno;
- PISCIS (el móvil del Agua) que cierra el otoño e introduce el invierno.
Los signos Móviles, precisamente por su carácter de “puente” entre dos temporadas, como zona de transición en la que algunas características de la temporada saliente se superponen a las de la temporada entrante, se caracterizan por una elasticidad muy marcada. Son adaptables, flexibles, curiosos y ávidos de nuevas experiencias porque su función principal es introducir cambios. Lo son los de Géminis impulsando curiosidad voraz y gran velocidad de pensamiento y comunicación. Los de Virgo, ingeniosos y maestros de la creatividad aplicada de los «inventos». Lo es Sagitario, el gran explorador del Zodíaco. Y lo es también Piscis, impulsado por una movilidad emocional, por un poder de empatía e intuición que a veces ni siquiera parece pertenecer a este mundo. El punto débil de los signos fijos, si queremos llamarlo así, es que luchan por «definirse a sí mismos», por poner ciertos límites entre ellos y los demás, por decir su «no». Decir «esto es mío, esto es tuyo». El de los signos «cardinales» es el de tender a dividirse entre mil experiencias (y esto ciertamente multiplica los insumos creativos), pero a veces le cuesta concentrar energías en lo que realmente importa y dispersa valiosa en demasiadas cosas.
Gracias por haber leído hasta aquí, nos vemos la semana que viene para hablar de SIGNOS y ELEMENTOS (tierra, aire, agua y fuego).
Buena continuación,
Simon y Roe