ESCORPIO: HORÓSCOPO DEL 4 AL 10 DE ENERO

Arremanguemos, Escorpio! El año empieza con muchas cosas por hacer y sobre todo para reorganizar en el frente laboral. Es hora de «estabilizarnos» sobre una base profesional más sólida y, como en cualquier fase de este tipo, es importante esforzarse sin amargarse la sangre ni convertirlo en una tragedia. Tenemos que ser directos y pragmáticos, este es un poco el significado. De hecho, ya no es el momento de tomar atajos, de fingir que no ha pasado nada, de alguna manera de ser pacientes si eso significa posponer algunos discursos o decisiones. Nada de esto sucederá de inmediato, pero con Marte y Mercurio en un aspecto disonante desde la segunda parte de esta semana es importante tener una idea clara de la dirección que se está contemplando. Mientras tanto, por ejemplo, podrías aprovechar un comienzo de semana interesante que ayuda a hacer planes para el futuro, a delinear estrategias para entender cómo «comunicar» o «reenviar» tus solicitudes a tus contactos. Alguien necesita definir mejor su función, un contrato, para obtener más en sus cheques. A pesar de la Luna en el signo, se nota cierta impaciencia el viernes 8. Cambios importantes a la vista, que también conciernen a la ubicación del trabajo. Cualquier cosa que se salte o se posponga, es bueno saber que se recuperará en marzo o, mejor aún, a finales de junio.

En este clima incierto, también hay afecciones. Hablamos mucho, buscamos compromisos, a veces discutimos y luego hacemos las paces. No estás del todo cómodo en este momento, pero no siempre hablamos de dudas iniciales o problemas concretos. Este, un poco para todos, es un período que trae consigo diversas complicaciones externas que inevitablemente también afectan la vida de la pareja. Pienso por ejemplo en los que viven una historia a distancia, en los que tienen algún “tormento” de sus ex (tanto de recuerdo como de hecho), pero también de los que intentan gestionar algunos problemas en la familia o en el trabajo. Para no dar lugar a malos entendidos con la pareja, siempre es mejor verbalizar los propios malestares. Haz que se entienda tu punto de vista. Lo mismo ocurre si los problemas radican en la propia pareja, aunque en este caso te recomiendo que vayas con precaución. A veces, en el fragor de una confrontación, es posible que pronuncies palabras demasiado bruscas. Sin grandes preocupaciones el comienzo de la semana, incluso para pasar con amigos o para celebrar un evento. El fin de semana es más melancólico, sobre todo si tienes que «volver a casa» después de un corto viaje.

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