Las buenas condiciones existen, solo hay que dejar pasar este mes de diciembre que por momentos te ve crítico, si no combativo, contra todas aquellas personas que de momento te impiden «ser» lo que quieres «ser». A estas alturas, sin embargo, es cuestión de esperar el momento oportuno, que en mi opinión llegará en el primer bimestre del 2021. Sé que estás impaciente, que quieres tenerlo todo de inmediato, pero mientras tanto te aconsejo que no te enfurezcas demasiado. Por ejemplo, este comienzo de semana, cuando la Luna está torcida, puedes sentir mayor cansancio o impaciencia, en algunos casos enojarte porque tus ideas o tus iniciativas no son compartidas por un referente específico. No descarto que ciertos cambios (ya puestos en marcha) tengan que pasar por algunos «pasos» antes de ser implementados. Estoy pensando en aquellos que quieren migrar a otra empresa, mudarse a otra ciudad, emprender un nuevo proyecto o formalizar / renovar un contrato. Ya casi llegamos, y es precisamente en términos de acuerdos que se jugará un partido importante en las próximas dos semanas. Algo interesante ya se está moviendo entre el miércoles 9 y el jueves 10, días que son útiles no solo en términos de “oportunidades”, sino también para potenciar tus ideas y / o convencer a alguien de que venga a tu lado. La semana que viene Júpiter y Saturno estarán a favor… ¡vamos!
Entre otras cosas, este es un período de grandes decisiones, que no solo involucran tu ámbito laboral, sino también el sentimental. Para algunos es el momento de «empujar» la relación un paso más arriba, hay metas que absolutamente quieres alcanzar, también porque representan el punto de inflexión que, en algunos casos, has estado esperando desde hace mucho tiempo. La Luna Nueva que alcanzaremos la semana que viene representa un poco eso, la necesidad de darle una mayor definición a la propia historia, tanto si se apoya sobre cimientos sólidos (con nuevos proyectos) como en crisis desde hace algún tiempo (volviendo a una discusión). Por supuesto, no siempre puedes estar de acuerdo en todo, el lunes 7, por ejemplo, puede ser un día que suba el nivel de la polémica. A veces es la familia, la tuya o la de tu compañero o compañera, la que crea un pequeño descontento o confusión. Aquí, no dejamos que este tipo de discusión entre en lo privado de la pareja. Va mejor a mitad de semana, cuando la Luna vuelve a estar a favor y trae consigo algunas soluciones a las discusiones. La historia es diferente si hay dudas sobre una relación (sobre todo más reciente) o si el corazón se divide entre dos personas: a fin de mes -como dije en la introducción- será el momento de tomar una «gran decisión».