Para Libra tiene que ver con su propia imagen, con lo que se valora, con el hecho de centrarse más en sí mismo en lugar de ser partidario de otra persona (pareja en primer lugar). Para Aries se trata de la esfera de las relaciones interpersonales, donde podría abrir confrontaciones y discusiones sobre los roles (si hablamos de trabajo) o sobre las perspectivas de la pareja. Para Cáncer se refiere a la esfera del hogar, la familia, las raíces, con miras a crear una mayor independencia y sentirse «dueño de la casa» de su vida y sus elecciones. Puede traer pruebas, exámenes o concursos que tengan el sentido de abrir nuevos caminos y que deben ser apoyados con valentía y determinación. Para Capricornio se trata de algunos posibles cambios/mejoras en el frente de la carrera, que lo hacen sentir valorado y reconocido como se merece, pero que también le dejan la oportunidad de expresarse creativamente y no solo tener que «ejecutar» instrucciones que provienen de otros (a menudo incapaces).
Pasando a los Signos Fijos (Tauro, Leo, Escorpio y Acuario), sabemos bien que corresponden a los meses centrales de cada estación y que aman los puntos fijos y las situaciones que conocen bien, mientras que son más refractarios a los cambios, especialmente cuando son inducidos desde el exterior. Y sabemos bien que, desde hace algún tiempo, su cielo está lejos de estar «quieto». Inició Saturno en Escorpio (2012/15) activando un proceso de «caída de hojas» que comenzó a despojar a sus vidas de una serie de «cosas» (situaciones de trabajo, proyectos, relaciones afectivas) que habían ya consumido su tiempo. En algunos casos fue inquietante, desestabilizador, pero ayudó a dar cabida a un nuevo «follaje».
Unos años más tarde (a partir del 2018) Urano llegó a Tauro y planteó una pregunta que los desorientó aún más: en lugar de simplemente repoblar su árbol con nuevas hojas, ¿alguna vez has pensado en volver a plantarlo en otro lugar? En otras palabras, ¿estás seguro de que donde siempre has estado es realmente el mejor hábitat (laboral, afectivo, residencial) para ti? El cuadro se completó con la llegada de Saturno a Acuario en 2021 (donde permanecerá hasta marzo de 2023) que por un lado ha puesto en crisis algunas certezas históricas, y por otro ha comenzado a mostrarles una serie de nuevas perspectivas. Durante años el cielo ha estado trabajando para darle el empujón adecuado para cruzar el Mar Rojo, dejar atrás una situación de «encarcelamiento» y aterrizar en una tierra prometida que cada vez está más cerca.
Para ustedes también, 2023 será un año decisivo, en el que finalmente llegar a este «nuevo mundo». Y en esta perspectiva, la Luna Nueva del 25 de septiembre puede ayudar a Tauro a reorganizar de manera diferente un aspecto del trabajo o de su vida personal que durante mucho tiempo lo ha mantenido bajo control creando preocupación o desorden. Para Leo, puede ser decisivo para abrir la boca, hablar abiertamente y dirigirse directamente a un discurso importante, o algo que recientemente se ha celebrado en su interior. Para Acuario, es una Luna Nueva de gran importancia, porque le devuelve el deseo de exploración y conquista. El deseo de viajar, de hacer cosas nuevas, tal vez incluso de volver a estudiar. Para Escorpio representa un precioso momento de reflexión, que ayuda a volver a ponerse en contacto con uno mismo y a preparar el campo para algo nuevo que vendrá durante esta temporada. Los sueños y las intuiciones son muy importantes.
Y cerramos con los Signos Mutables (Géminis, Virgo, Sagitario y Piscis), que cierran cada temporada marcando la transición a la siguiente. Situándose en la zona de transición entre diferentes realidades, el cambio ciertamente no es un problema para ellos. Es más, todo lo contrario: son por su propia naturaleza versátiles, adaptables, eclécticos. Más bien, su punto débil podría ser «definirse», tomar un camino unívoco y llevarlo hacia adelante hasta el final, sin distraerse con posibles cruces y desvíos en la ruta. A menudo realizan múltiples tareas, desempeñan múltiples roles, son «esto y aquello». Aun así, a menudo luchan por poner límites bien marcados entre ellos y los demás. Esto es mío, esto es tuyo. Este es mi problema, este no lo es.
En pocas palabras les cuesta poner límites. En primer lugar, con ellos mismos, al decir «yo soy esto, no soy otra cosa» porque ante sus ojos definir significa de alguna manera «limitar». Y luego con los demás, y esto en muchos casos los llevó a ser saqueados. Desde hace algunos años, su cielo los ha estado empujando a establecer límites, a decir el «no» correcto cuando era necesario, a recuperar sus espacios. En algunos casos, incluso para tomar decisiones específicas eliminando todo lo que conduce fuera de su «centro». Desde este punto de vista, la Luna Nueva del domingo 25 de septiembre puede marcar realmente un importante punto de inflexión. Puede establecer las condiciones para una elección en una dirección diferente y más satisfactoria. (continua)