¡Hola a todos!¡Este es verdaderamente un momento de cambio de guardia! Hace unos días nos dedicamos a la entrada de Venus en Escorpio (si lo has perdido lo puedes encontrar en este ENLACE) pero las novedades no han terminado, porque esta noche Marte también cambia de posición, sale de la tierra de Virgo y entra en el aire de Libra, donde permanecerá hasta el 30 de octubre.
Mientras tanto, tratemos de centrarnos en este primer detalle, porque incluso el elemento en el que entra un signo tiene su importancia para comprender plenamente su significado. La tierra es el elemento de la concreción y el pragmatismo, mientras que el aire representa el ámbito mental de las ideas y la comunicación. Y esto ya nos da una primera pista sobre la naturaleza de un tránsito que en el último mes y medio se ha centrado en buscar soluciones prácticas (cómo reorganizar y hacer funcionar determinadas situaciones) mientras que en las próximas semanas se centrará en el nivel relacional: cómo entablar relaciones.
Pero entremos más en detalle. Cuando un planeta entra en un signo, la «función» que representa comienza a expresarse en función de las cualidades y características del signo que lo alberga. En este caso, estamos hablando de Marte, el planeta de la acción y la afirmación personal. En algunos casos, incluso la «guerra», porque da el ímpetu necesario para luchar por las cosas en las que creemos o queremos lograr. La energía de Marte, de hecho, es puramente asertiva: si quiere algo, lo busca. Si cree en algo, lo afirma sin peros ni vueltas. Se parece a la tribuna que se encuentra en la proa de los barcos rompehielos, porque su misión es abrirse camino, ni más ni menos.
Libra, por su parte, expresa algo diametralmente opuesto. De hecho, donde Marte intenta afirmar un punto de vista individual, Libra busca instintivamente el punto de encuentro, acuerdo, armonía, relación. Donde Marte dice enérgicamente «yo«, Libra responde «nosotros«. Marte es impulsivo, directo, tiene el impulso típico del niño que ve / quiere / exige, sin hacer demasiadas preguntas. Libra, en cambio, tiende naturalmente a identificarse con el punto de vista del otro, a prever todas las posibles consecuencias de sus acciones. Nos enseña a no ser demasiado apresurados, demasiado incisivos en los juicios, porque las cosas son mucho más multifacéticas de lo que parecen. O, para usar las maravillosas palabras del maestro Battiato, nos empuja a «ver el amanecer en el crepúsculo». O viceversa.
Por eso, según la astrología, Marte en Libra está «en exilio». Porque expresa un arquetipo (el de la afirmación) en sí mismo opuesto al del acuerdo, expresado por Libra. Y es por eso que de alguna manera el tránsito de Marte en Libra representa un desafío en sí mismo: afirmar las propias razones, seguir el propio camino, sin comprometer, sin embargo, la armonía de acuerdos y relaciones que vale la pena preservar. Marte en Libra significa buscar el equilibrio adecuado entre mis aspiraciones y las de quienes me rodean, llegando a comprender cuándo es apropiado hacerle espacio al otro. Porque Libra nos enseña que no solo importa lo que se hace, sino también cómo y con quién. Porque juntos las cosas funcionan mejor, y dejando de lado el individualismo, podemos darnos cuenta de que nuestros objetivos coinciden (al menos en parte) con los de los demás. Que, al pedalear en tándem, se puede subir más alto, más rápido y con menos esfuerzo (continúa en la página 2).