Nuevamente: Marte en Libra es una invitación a la justicia, la equidad y el respeto, los cimientos de la vida en sociedad. Porque para Libra, las cuentas claras conservan la amistad. Es bueno perder algo de tiempo primero para establecer los términos y condiciones de un acuerdo, en lugar de tener que discutir después. Y una vez que se llega a un acuerdo, obviamente hay que respetarlo. Pacta servanda sunt, decían los antiguos, y también Libra. Los convenios son sagrados: si no los respetamos, ¿para qué los hacemos? Hablando de Libra, siempre me viene a la mente el ejemplo de Salomón: quien realmente se preocupa por algo está dispuesto a aceptar un acuerdo si es necesario para lograr un bien mayor.
Para recordarlo, dos mujeres se pelean porque cada una de ellas afirma ser madre de un niño. Al no lograr establecer su maternidad, Solomon lanza una provocación a los dos: la solución es partirlo en dos y darle la mitad a cada pretendiente. A este punto, una de los dos abandona el campo y accede a dárselo a la otra. Porque siendo la verdadera madre, no puede tolerar ese atropello. Con Marte en Libra ocurre algo similar en el campo de las relaciones y los acuerdos. Si hay desacuerdos, los que más se preocupan probablemente darán el primer paso hacia una solución de compromiso.
Pero incluso antes en las relaciones, el tránsito de Marte en Libra contiene una invitación a restablecer el equilibrio dentro de nosotros mismos. Si en los últimos meses nos hemos ocupado íntegramente de un ámbito de nuestra vida (trabajo, pareja) en detrimento de otro, debemos comprometernos a reequilibrar las cosas. Si nos hemos centrado mucho en nosotros mismos, también debemos volver a mirar a los demás. Si, por el contrario, hemos dejado de lado nuestras cosas para apoyar a alguien, tenemos que volver a centrarnos. Puede haber muchos ejemplos, pero para comprender su significado, debes pensar en los platos de Libra: si uno está lleno y el otro vacío, nunca podrán mantener el equilibrio.
Como cualquier tránsito, esto naturalmente también tiene sus «lados de sombra», sus efectos secundarios a tener en cuenta. Con Marte en Libra, el riesgo es caer en la indecisión, dejarse influir por los demás. No actuar (Marte es el planeta de la acción) por miedo a que aún no haya llegado el momento adecuado. No afirmar el propio punto de vista por miedo a ofender al otro o arruinar el equilibrio. Sobre todo, porque durante el tránsito (y en particular del 21 al 27 de octubre) Marte se encuentra en cuadratura con Plutón, responsable de algunas formas de inseguridad especialmente para los signos Cardinales (Aries, Libra, Cáncer y Capricornio). En ese momento aquellos con valores fuertes en estos signos podrían oscilar entre dos extremos opuestos.
Por un lado, está el deseo de levantar la cabeza y «romper» algo que representa un freno, un límite, un condicionamiento. Puede ser una situación objetiva (un contrato, una relación) o simplemente una inseguridad interior. Por otro lado, existe el miedo a exagerar, lamentarlo, ser demasiado llamativo o perder el punto de apoyo. La respuesta es inherente a la propia naturaleza del tránsito y a su significado más profundo: «in medio stat virtus». Por un lado, si se trata de situaciones que percibimos como «castrantes», llega el momento de afrontarlas y gestionarlas. Por otro lado, sin embargo, la solución no es tirar todo al aire y salir dando portazos, sino buscar el diálogo y si es posible un punto de encuentro.
En un post posterior, llegaremos al corazón de los efectos del tránsito en los distintos signos del zodíaco, pero por el momento quise centrarme en su mensaje, porque representa el tema con el que todos nosotros, independientemente del signo zodiacal, nos enfrentaremos a nosotros mismos en las próximas semanas. Y como siempre digo, si nos centramos demasiado en «quién lo tiene en contra» y «quién lo tiene a favor», corremos el riesgo de perder de vista la naturaleza y la importancia de su enseñanza.
Un abrazo a todos, ¡y hasta luego con el estudio en profundidad signo por signo!
Con amor,
xxx
S *