TAURO merece una discusión aparte, porque durante unas semanas enfrentará la oposición de Mercurio, que se suma a la del Sol y Marte. Las «oposiciones» (a pesar del nombre «hostil» que llevan) son muy valiosas y están destinadas a definir mejor las cosas. Aquellos que están viviendo una situación «ambigua» (en el trabajo, en el ámbito personal o sentimental) encontrarán finalmente el empujón adecuado para dejarla clara, para afrontarla verbalmente de forma abierta y directa. Si hay situaciones en las que has hecho la vista gorda en las últimas semanas (aunque no fueron del todo claras y convincentes), ha llegado el momento de entender mejor cómo son las cosas. Llega el momento de luchar, de insistir en rectificar algunas situaciones «equivocadas», incluso a costa de dar un ultimátum.
Porque, con Mercurio en oposición, se despierta un poderoso deseo de verdad: mejor decírselo. Puede relacionarse con una situación laboral, un tema de pareja o los posibles escenarios de evolución de una reciente relación. Hablamos de ello abiertamente, con serenidad, lo importante es llegar a una mayor claridad. ACUARIO y LEOtambién podrían encontrar alguna dificultad en el frente de la comunicación, por lo que este nuevo Mercurio forma un aspecto en cuadratura. Con Mercurio «torcido» en primer lugar, existe el riesgo de malentendidos, de no explicar bien o de sacar conclusiones precipitadas y, a menudo, erróneas. Existe el riesgo de encontrar retrasos en las respuestas, retrasos en los proyectos (que pueden llevar más tiempo o dinero de lo esperado). Y dado el tránsito concomitante de Marte en cuadratura, existe el riesgo de irritarse y responder de la misma manera … ¡ojo!
Afortunadamente, de hecho, las cosas fluirán mejor a partir de mediados de noviembre, para luego recuperar velocidad cuando el Sol (el 22) y Mercurio (el 25) abandonen la cuadratura y vuelvan a su favor. Desde este punto de vista, puede ser que se liberen situaciones que ahora aparecen «quietas» (negociaciones empantanadas, respuestas que no llegan, contactos que aparecen y desaparecen), permitiéndonos recuperar el tiempo perdido. Puede ser que una solicitud hecha en la empresa, que ahora se percibe con tibieza o se liquida con un «entonces veamos», encuentre terreno fértil. Como resultado, evitamos presionar demasiado o expresar una decepción obvia. Existe el riesgo de arruinar las relaciones o comprometer un resultado que, ya a finales de noviembre, podría ser positivo.
Sin embargo, la cuadratura de Mercurio también tiene efectos muy «constructivos». De hecho, proporciona un fuerte estímulo para abordar discursos que hasta ahora nos han parecido demasiado «exigentes». Sobre todo, si hay un tabú, una inseguridad, un bloqueo. Porque es como si las cuadraturas crearan un impulso interior para superar un obstáculo. Y así, si hay algo que percibimos como «bloqueado», es perfectamente posible que con las cuadraturas de noviembre (el Sol, Marte y Mercurio) consigamos el empujón necesario para afrontarlo de frente en lugar de posponerlo. Puede ser una conversación con la pareja que tenga el sentido de aclarar de una vez por todas en qué dirección va una relación. O una charla de negocios que se ha pospuesto durante demasiado tiempo. (continúa)