MERCURIO EN RETROMARCHA: ¡EFECTOS SECUNDARIOS!

Por supuesto que estamos bromeando, nada de esto va a suceder necesariamente. Más que nada, con Mercurio retrógrado todo lo que tenga que ver con la comunicación o el intercambio (por lo tanto también negociaciones, acuerdos y actividades comerciales) requiere un ojo extra de atención, eso es todo. Y luego muchas de estas situaciones parten de nosotros porque con Mercurio retrógrado estamos más distraídos, quizás porque estamos más concentrados dentro de nosotros mismos y menos atentos a lo que sucede a nuestro alrededor. O porque nos gustaría hacer mil cosas juntas, e inevitablemente somos menos cuidadosos. Y esto a veces crea errores y contratiempos.

 

Durante la «edición» anterior de Mercurio retrógrado en un signo de agua, mi teléfono móvil se cayó al inodoro. Y parecía una coincidencia burlona que con Mercurio (planeta de la comunicación) retrógrado en un signo de agua, mi teléfono cayera directamente al agua. Es obvio, de todos modos, que es difícil culpar a Mercurio por eso … más bien fue mi culpa, que sostuve el teléfono entre mi oreja y mi hombro mientras estaba ocupado haciendo otra cosa. Pero, entonces algunas «coincidencias» relacionadas con el retrógrado de Mercurio en áreas fuera de nuestro campo de influencia (trenes, coincidencias, desmagnetizaciones, retrasos) son innegables y completamente asombrosas.

Mirando el valor simbólico de los tránsitos, el retrógrado de Mercurio es una cita que nos invita a frenar un poco, a reflexionar más, a hacernos preguntas y darnos respuestas. De hecho, muchas veces avanzamos a toda velocidad, entramos en un bucle de compromisos gestionados de forma «automática», y corremos el riesgo de perder de vista el sentido de una visión más amplia de las cosas. En este sentido, Mercurio retrógrado es una invitación a frenar, a mirar las cosas con menos prisa y con más atención.

 

Y muy a menudo, en retrospectiva, nos damos cuenta de que las mejores ideas, las intuiciones ganadoras, vinieron a la mente precisamente durante el movimiento retrógrado de Mercurio. Porque la mente se ralentiza, adquiere una velocidad menos frenética, y somos capaces de dialogar mejor: dejemos de cargarla de datos, de ponerla bajo examen con continuas pruebas y plazos, y escuchemos más lo que nos tiene que decir.

¡Feliz Mercurio retrógrado a todos!

Con amor,

xxx

Simon y Roe

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