La «sonda» y la «lámina de luz«.
¡Hola a todos! ¿Cómo están? En estos días, Mercurio transita marcha atrás. Ahora está en Sagitario, pero a partir del domingo 2 de diciembre regresará a Escorpio por diez días. Los primeros 5 días (desde el 2 hasta el 7 de diciembre), en movimiento retrógrado; los segundos 5 días (desde el 7 al 12), en movimiento directo. Esta no es la primera vez en el año porque, Mercurio ya visitó Escorpio desde el 11 al 31 de octubre. Aun si se trata de un tránsito corto (solo 10 días), pensé que merecía una profundización por varios motivos. En primer lugar porque es un «retorno» en movimiento retrógrado y, cada vez que, los planetas se invierten en reversa, siempre tienen algo importante para atraer nuestra atención.
Ya hablamos sobre el significado simbólico de Mercurio en Escorpio el mes pasado. En resumen, Escorpio es el «detective» del zodiaco, naturalmente predispuesto a «dudar» de lo que la superficie le muestra de las cosas para, captar las verdades que se encuentran más profundas. Y por esta razón, Mercurio en Escorpio empuja todos los signos del zodíaco (aunque en diferentes áreas y formas) para ir a fondo, tratar de escavar y comprender lo que nunca hemos entendido en lo más profundo, para encontrar el «nudo» que se encuentra bajo algunas dinámicas o, para abordar discursos que nunca nos hemos atrevido a tocar y, así sucesivamente.
Antes decíamos que: Mercurio ya estuvo «aquí» en octubre y ha presentado una «tesis«. Mostró una cuestión para explorar, un nudo para disolver, un síntoma de comportamiento para ser investigado. Pero también un límite para superar, un miedo para enfrentar. En resumen, mostró una gran cantidad de casos en los que fue necesario «ir más allá», donde más allá significa más en profundidad.
Luego, desde el 1 de noviembre, ingresó a Sagitario, un signo muy diferente a Escorpio, pero con el que, de alguna manera, tiene mucho en común. Porque incluso para Sagitario «más allá» es una palabra clave para abrir las puertas de la vida. Solo el de Sagitario es un «más allá» que se desarrolla horizontalmente, en anchura, como la lámina de luz de un faro que llega más lejos. Para Sagitario, ir más allá significa cruzar un límite, explorar una nueva frontera, establecer un estándar más alto. Significa mirar más allá de hoy y prefigurar el mañana. En una palabra: mirar hacia lo lejos. Escorpio, por otro lado, es más «vertical», como una sonda o, como la punta de un taladro. Su propósito es escavar y dar vida a lo que hay en lo profundo. En una palabra: llegar al corazón de las cosas.
Aquí, por lo tanto, la enseñanza de este Mercurio retrógrado comienza a tomar plena forma. Es necesario llegar al corazón de las cosas, desenredar el nudo que sujeta los lazos, para poder mirar más lejos. Superar el miedo para ir a donde nunca te has animado, tentar empresas que nunca antes habías intentado, alcanzar metas más ambiciosas. Pero como es un movimiento retrógrado (que incluye un «revés» de Mercurio), vale también lo contrario. Cambiar el orden de los sumandos, mirar más lejos, enganchar un objetivo que realmente nos importa que, pueda dar el impulso adecuado para enfrentar un miedo que nos ha mantenido bloqueados hasta ahora. O también, la «sonda» (Escorpio) puede usar un combustible escondido que nos ayuda a conquistar nuevas fronteras (Sagitario). Pero al mismo tiempo, la «lámina de luz» (Sagitario) puede iluminar las profundidades, haciéndonos captar aspectos de nosotros mismos que se nos escaparon.
Pronto, en una publicación futura, trataré de centrarme en las áreas (y el grado de compromiso) que requiere este autoanálisis. Pero los invito a que no las lean tanto como pronósticos, sino más bien como una fuente de reflexión y, como frases subordinadas regidas por la proposición principal de la que, hemos hablado hasta ahora. Y es decir: Mercurio retrógrado que empuja a todos a identificar un objetivo y, al mismo tiempo, el nudo que hasta el momento nos ha impedido lograrlo. Nos daremos cuenta, como dije, de que son dos caras de la misma moneda. El hecho de enfocarse en el objetivo ayuda (tanto en términos de estímulo como de claridad mental) a trabajar en el nudo. Y ese romper el nudo significa conquistar una mayor autoconciencia y autoconocimiento.
Es un tránsito que nos llevaremos hasta principios de enero y, esto me lleva a pensar que es uno de los «Grandes Temas» del 2019. Desde el 2 al 12, Mercurio estará en Escorpio acentuando el lado de la «sonda» (la excavación), luego regresará a Sagitario y volverá a poner el énfasis en la «lámina de luz» que muestra nuevos horizontes. Pero el tema es siempre el mismo y, por otro lado, no podría ser de otra manera en un año gobernado por Júpiter en Sagitario, expresión planetaria de un fuerte impulso para mirar más alto, ir más lejos y superar los viejos límites.
¡Hasta pronto con la profundización en detalle, signo por signo!
Con amor
xxx
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