En el ámbito profesional, muchos pueden haber acogido una novedad a finales de año que ahora deben reforzar con iniciativas de consolidación, seguirlas escrupulosamente, ajustando en ocasiones el tiro con inevitables «correcciones». Está prohibido improvisar, los emperadores son básicamente hábiles estrategas. Para quien trabaja en un «grupo» o «empresa», es el momento de poner en orden su situación con un rol más acorde con sus competencias. En definitiva, un Sagitario que luce un aire de mayor liderazgo en la toma de decisiones, incluso a costa de cambiar si no obtiene evoluciones y mayores premios de sus referentes, tanto en términos económico-contractuales como en términos de deberes.
Lo mismo ocurre con los sentimientos: para algunas parejas es el momento de transformar la fisonomía de la relación con un rostro más sólido y claro, que no es sólo una «fachada» sino también un «fundamento» del amor duradero. No es un año de medias tintas: o despegamos con proyectos ambiciosos (una boda, un nuevo hogar, un hijo) o cambiamos de rumbo. Aquí también el emperador, decide por el bien de su pueblo. Cualquiera que haya mantenido una relación clandestina hasta ahora tomará una decisión más clara. A partir de mayo, el nuevo Júpiter dará un latigazo al corazón de los solteros: desde junio a agosto momento especial para encontrar un amor que tenga sabor a algo que perdura en el tiempo. Para la serie: ¡se busca emperatriz para un reino estable!