Afortunadamente, Mercurio está a punto de dar un giro importante, después de haber creado bastantes disturbios en el frente económico y financiero por dos meses. Aún queda algo pendiente: hay quienes necesitan ponerse al día después de un freno en la empresa o de gastos excesivos incurridos. O que todavía está persiguiendo a ciertos contactos que se retrasan con el pago. De dinero se habla, pero en el horizonte comenzamos a vislumbrar el final del túnel. Por ejemplo, ya esta semana, sobre todo en las jornadas cercanas al miércoles 3, es posible afrontar definitivamente una situación, cerrar una «cuenta» con el pasado, o incluso desbloquear una cuestión burocrático-administrativa (incluida la financiación) que se ha mantenido en espera desde hace mucho tiempo. En definitiva, este es un cielo mejor, si se compara con el de febrero, en el que también se puede comenzar a poner un pie en los programas y proyectos para poner en marcha con vistas a la próxima temporada. Aquellos que están esperando la gran oportunidad, el gran punto de inflexión, pueden trabajar en él ahora mismo, sin perder de vista la actualidad (que yo definiría como un “puente” entre lo viejo y lo nuevo). Pequeña revancha para quienes no se han sentido valorados en el trabajo: vienen confirmaciones y consentimientos, aunque no excluyo que para alguien siempre haya ganas de aterrizar en un grupo «mejor». Aquellos que son súper-exigentes, recuerden que también deben súper-ofrecer (sus propias habilidades).
En un período en el que quieres soñar, recuperar esa liviandad que recientemente has perdido, confiar en un futuro hecho de certezas, quizás quieras desatar ciertos nudos con tu pareja que fueron más evidentes en febrero. Con la Luna en oposición el miércoles 3 y jueves 4, aún podría haber un pequeño enfrentamiento-choque que, sin embargo, también tiene el sentido de poner un punto sobre una cuestión concreta (personal, pero también de carácter económico). Esta fase también es importante para todas las parejas que, además de algunos inconvenientes, han vivido una crisis real: es el momento de aclarar los horizontes de determinadas relaciones, incluso colocando la pareja frente a un ultimátum. Hay un deseo de novedad, de transformar energías y pensamientos de negativos a positivos. La falta de confianza en las relaciones a veces conduce al «razonar demasiado», pero ahora tienes que decidir de qué lado estar. A algunos les sugiero, si puedo, no hacer o buscar que «un clavo saque al otro», que es tratar de enterrar el pasado con personas de las que no estás totalmente convencido. Puede que no sea la solución adecuada. La felicidad se recupera paso a paso y estoy convencido de que pronto se abrirán nuevas y emocionantes perspectivas. Las nuevas amistades son interesantes para los solteros: por ahora las observamos sin decidirnos.