VENUS EN ACUARIO – SIGNO POR SIGNO

Y cerramos con PISCIS, para el que, en cambio, comienza un período de mayor concentración e introspección. Primero, en el frente personal: es hora de volver a estar en contacto contigo mismo, mirarte y leerte, sacar nuevos deseos e inspiraciones. En el frente de la acción, para alguien se trata de observar y reflexionar antes de actuar, de quedarse en la ventana para entender mejor cómo están las cosas antes de tomar una decisión. En términos de sentimientos, podría ser un momento para volver a trabajar, tal vez eliminar el desperdicio de viejas decepciones mientras se espera un nuevo comienzo. De hecho, a partir del 5 de abril Venus volverá a Piscis y el juego de encuentros y nuevas amistades comenzará de nuevo. Incluso aquellos que tienen una nueva historia entre manos no tienen prisa por contarla a sus amigos o familiares; por el momento, mejor vívelo a puerta cerrada, entender un sentimiento antes de compartirlo con los demás.

Una pequeña curiosidad. He notado que los tránsitos anteriores de Venus en Acuario (febrero de 2016, diciembre de 2016, de enero a febrero de 2018, marzo de 2019, diciembre de 2019, principios de 2021) han coincidido a menudo con pequeños avances en los derechos civiles y, en particular, en el reconocimiento de la «diversidad». Después de todo, por asociación de ideas, estos dos ingredientes astrológicos suelen producir una visión más abierta y progresista: Venus es el planeta del amor, de las relaciones pero también de los acuerdos sociales, y Acuario es el signo que revoluciona el statu quo e introduce Progreso. Y el silogismo se hace rápido: es un tránsito que ensancha los límites de las relaciones de pareja.

En enero de 2018, por ejemplo, justo cuando Venus pasaba por Acuario, el vicepresidente de la Conferencia Episcopal Alemana, Monseñor Franz-Josef Bode, pidió a la Iglesia que bendiga las uniones del mismo sexo, ya que (para usar sus palabras) “ Ahora son un hecho: ya que hay mucho de positivo, bueno y correcto en esto, ¿por qué no considerarlo, no una misa, sino al menos una bendición?”.

Aparte de expresar mi aplauso personal a la visión moderna e integradora de monseñor, también me gusta señalar cómo desde el punto de vista astrológico los tránsitos de Venus y Júpiter en Acuario o Piscis (signo de con-pasión) suelen coincidir con un “ojo” democrático y empático hacia los derechos y necesidades de quienes forman parte de una minoría, sea la que sea.

Por otro lado, uno de los mensajes más bonitos de Acuario, a mi juicio, es este: el mero hecho de que las cosas hayan sido de cierta manera durante mucho tiempo no excluye que en algún momento puedan cambiar. Que puedan ser actualizadas, mejoradas y analizadas para crear nuevos equilibrios. Porque todo está en constante movimiento, en perenne evolución, y (salvo una) no hay institución, concepción o paradigma que esté fuera del tiempo y que encaje indistintamente para cualquier época y período histórico social.

Con una excepción -dije- porque lo único que permanece inmutable en el tiempo, siempre y para siempre, es el amor entre las personas. Precisamente. Y quién sabe si esta nueva “edición” de Venus en Acuario no pueda dar una visión menos miope y más empática a quienes sacrifican el amor en el altar de la guerra.

¡Buena Venus en Acuario a todos!

Con amor,

xxx

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