(del 5 de noviembre al 6 de marzo de 2022)
¡Hola a todos! ¿Qué tal? ¡Desde el viernes 5 de noviembre Venus transita en Capricornio, donde permanecerá hasta el 6 de marzo! Un tiempo extraordinariamente largo para un planeta que no suele permanecer más de 25 días en un signo, debido a que en Capricornio Venus realizará un movimiento retrógrado. Como bien sabemos a estas alturas, cuando los planetas retroceden, siempre tienen un mensaje, una enseñanza importante que entregarnos. Al final de esta publicación están todos los enlaces para los diversos signos del zodíaco, pero antes de correr hacia tu signo, te invito a concentrarte en el significado del tránsito, sin detenerte demasiado (al menos por el momento) en quién lo tiene a «favor» y quién «en contra».
Como ya sabemos muy bien, cada planeta representa una «función». El signo que lo alberga, en cambio, describe las características y cualidades que asumirá esa función en particular durante el tránsito. Hablando de Venus, la mente vuela inmediatamente hacia el amor, pero en realidad su significado simbólico es mucho más amplio. Abarca todas las formas de acuerdo, armonía y relación. Cada vez que dejamos de lado una pizca de nuestra individualidad para dar cabida al otro en nuestra vida (ya sea un socio, un colaborador o la pareja), debajo está la mano de Venus, un planeta que expresa colaboración y el hecho de compartir metas.
En este caso Venus entra en Capricornio, el último signo de tierra del Zodíaco. Y la primera asociación de ideas tiene sin espacios a dudas que ver con la concreción del elemento: para Venus en Capricornio las palabras se las lleva el viento, es con los hechos que se mide el amor, así como cualquier otra forma de relación entre dos personas. Agreguemos otra pieza: Capricornio es un signo regido por Saturno, planeta de rigor y estructura. Y por eso el amor se mide con gestos capaces de expresar compromiso, presencia y responsabilidad. Es una Venus que busca definición (ya sea blanco o negro; o adentro o afuera), mientras odia los tonos de gris: o estamos juntos o no … no hay término medio.
Capricornio es el signo de la planificación por excelencia. Él es quien mira la colina vacía y «ve» la catedral que se elevará por encima de ella, como Tom el Constructor, protagonista de Los Pilares de la Tierra de Ken Follett. Tiene esa mezcla de visionario y ambición que siempre mira en qué pueden convertirse las cosas. Por ello, Venus en Capricornio expresa una gran verdad: el amor es un proyecto a largo plazo, serio y ambicioso. Y en consecuencia Venus en Capricornio «odia» a quienes viven las cosas día a día: hoy estamos juntos, mañana quién sabe. Y odia aún más a quienes las viven de forma ambigua: te veo a ti, pero también a otras personas. Esta «fluidez» de compromiso y metas es inconcebible en su sistema de valores.
Por el amor de Dios, esto no significa que aquellos que tienen a Venus en Capricornio en la carta astral no puedan también experimentar fases de este tipo, especialmente al principio. Pero ciertamente, después de una fase de «primer conocimiento», tenderá espontáneamente a dar a la relación connotaciones más ciertas, contornos más definidos, especialmente en términos de compromiso y planificación. Y por la misma razón, uno de los efectos más «inmediatos» del tránsito de Venus en Capricornio (un poco para todo el Zodíaco) es empujarnos a revisar las relaciones «indefinidas» para tratar de aclarar mejor sus características.
Porque Capricornio a 360 grados es el signo de la «gravedad«, como dirían los romanos del pasado. Se toma las cosas en serio. No le gusta la superficialidad ni la improvisación. Las cosas tienen sentido para un Capricornio en el momento en que tienen la perspectiva de crecer y fortalecerse con el tiempo. Quizás por eso uno de los primeros efectos del tránsito de Venus en Capricornio (un poco para todos los signos) es estimular las discusiones sobre las relaciones en una perspectiva más a largo plazo.
