(del 10 de diciembre de 2022 al 3 de enero de 2023)
¡Hola a todos! ¿Qué tal? ¡Desde el sábado 10 de diciembre Venus transita por Capricornio, donde permanecerá hasta el 3 de enero! Es el último cambio de guardia de Venus para este año (que por cierto empezó con Venus en Capricornio) y no podía faltar una profundización.
Como ya sabes, cada planeta representa una “función”. El signo que lo alberga, en cambio, describe las características y cualidades que asumirá esa función particular durante el tránsito. Hablando de Venus, la mente vuela inmediatamente al amor, pero en realidad su significado simbólico es mucho más amplio. De hecho, abarca toda forma de acuerdo, armonía y relación. Cada vez que dejamos de lado una pizca de nuestra individualidad para dar cabida al otro en nuestra vida (ya sea un socio, un colaborador o una pareja) debajo está la mano de Venus, planeta que expresa los valores de colaboración y objetivos compartidos.
En este caso Venus ingresa en Capricornio, el último signo de tierra del Zodíaco. Y la primera asociación de ideas está indudablemente ligada a la concreción del elemento: para Venus en Capricornio, ¡todos son buenos con las palabras! Porque es con los hechos que se mide el amor, así como cualquier otra forma de relación entre dos personas. Agreguemos otra pieza: Capricornio es un signo regido por Saturno, el planeta del rigor y la estructura. Y por eso el amor se mide con gestos que sean capaces de expresar compromiso, presencia y responsabilidad. Es una Venus que busca definición (o blanco, o negro; o adentro, o afuera; estemos juntos o no), mientras que odia los tonos grises: no hay término medio.
Capricornio entonces es el signo de la planificación por excelencia. Es el que mira la colina desértica y «ve» la catedral que se alzará sobre ella. Como Tom el Constructor, protagonista de Los pilares de la tierra de Ken Follett: tiene esa mezcla de visionario y ambición que siempre mira hacia lo que pueden llegar a ser las cosas. Por eso, Venus en Capricornio expresa una gran verdad: el amor es un proyecto a largo plazo, serio y ambicioso. Y, en consecuencia, «odia» a los que viven las cosas al día: hoy estamos juntos, quién sabe mañana. Y más odia a quien las experimenta de forma ambigua: te veo a ti, pero también a otras personas. Esta «fluidez» de compromiso y objetivos es inconcebible en su sistema de valores.
Por el amor de Dios, esto no significa que aquellos con Venus en Capricornio en su carta natal no puedan experimentar también fases de este tipo, especialmente al principio. Pero ciertamente, después de una fase de «primer conocimiento», tenderá espontáneamente a dar a la relación connotaciones más determinadas, contornos más definidos, especialmente en términos de compromiso y planificación. Y por lo mismo, uno de los efectos más «inmediatos» del tránsito de Venus en Capricornio (un poco para el Zodíaco) es empujarnos a revisar las relaciones «indefinidas» para tratar de aclarar mejor sus connotaciones.
Porque Capricornio un poco a 360 grados es el signo de la «gravitas«, como dirían los romanos del pasado. Se toma las cosas en serio. No le gusta la superficialidad ni la improvisación. Las cosas para un Capricornio cobran sentido cuando tienen la perspectiva de crecer y fortalecerse con el tiempo. Quizás por eso uno de los primeros efectos del tránsito de Venus en Capricornio (un poco para todos los signos) es estimular discusiones sobre las relaciones en una perspectiva más a largo plazo. (CONTINÚA en la página 2)