Desde este punto de vista, es un tránsito de gran introspección, que podría suscitar preguntas como: «¿Por qué atraigo siempre a personas que me lastiman?». O «¿Por qué cada nueva relación toma un camino que no deseo?». La vida es un maravilloso juego de refracciones entre el interior y el exterior. Como en la «cueva de Platón», lo que experimentamos en el nivel externo no es más que la manifestación concreta de dinámicas que existen en un nivel más profundo.

Es decir, es muy raro que una determinada situación que “insiste” en presentarse en nuestra vida no represente el reflejo de un “nudo” a disolverse en el interior. Como dije, Escorpio es el «arqueólogo» del Zodíaco: te invita a cavar para encontrar lo que está enterrado en lo profundo. Y con Venus en Escorpio, el trabajo de excavación tocará toda la gama de relaciones interpersonales. Desde las relaciones emocionales, hasta las colaboraciones profesionales.

En un segundo post analizaré los efectos signo a signo, pero en mi opinión, en términos generales, este largo tránsito de Venus en Escorpio tiene un doble sentido. Para quienes cultivan una indecisión en el amor, presionan para aclarar sus ideas, romper la demora y llegar hasta el final. Empujan para vivir las cosas con intensidad, como si fuera el último día juntos (por así decirlo, claro). Pero, por el contrario, si una relación ha llegado a su fin, sirve para encontrar la fuerza necesaria para poner un punto. No olvidemos que Escorpio es el signo que, más que ningún otro, expresa el concepto de los ciclos de «muerte y renacimiento» para que la naturaleza pueda renovarse y regenerarse.

Desde la caída de las hojas otoñales, hasta la metáfora de la oruga que muere para convertirse en mariposa, llega un momento en que las cosas deben transformarse necesariamente. Y si una relación ya no tiene energía dentro de sí misma, debes dejarla ir para dar la bienvenida a una nueva energía. Es por esto que quienes viven en una relación que ahora está agotada, con esta influencia, podrían encontrar el empujón adecuado para enfrentar la situación de una manera más lúcida y objetiva.

En definitiva, como de costumbre me he detenido en expresar un concepto que podría resumirse de la siguiente manera: con Venus en Escorpio, el amor busca sus verdades. Más allá de los adornos, las convenciones y los compromisos, el que late profundo está clamando por salir y ser «expresado» (en lugar de ser «reprimido»). Es por esto que alguien podría tomar una decisión que sorprenda, un «salir del closet» (no necesariamente sexual, obviamente) que acorta la distancia entre el interior y el exterior, entre las verdades interiores y su manifestación en la vida relacional.

¡Nos vemos mañana con el estudio en profundidad signo a signo y, mientras tanto, buena Venus en Escorpio para todos!

Con amor,

xxx

S *