Virgo no «hace dramas». Cuando cierra, lo hace con espíritu de decisión y con gran dignidad. Quizás por dentro se sienta agonizante, pero no deja que se vea. Por el contrario, tiene una actitud sobria y serena y rara vez se deja llevar por escenas o insultos. Pero cuando pone el punto en una relación, lo hace de manera muy brusca y sin grandes dudas. Es capaz de «separar cosas», por lo que si tiene una actividad laboral con una ex pareja, puede mantenerla en pie y tomar las mejores decisiones para proteger y preservar lo que se ha creado. Si hay niños en el medio, logra mantener una actitud equilibrada. Sin embargo, excepto en casos raros, no sigue siendo una «amiga/o» de un ex, y es muy raro que pueda darle una segunda oportunidad, a menos que esté convencido de que realmente puede empezar de nuevo sobre nuevas bases.